Cinco mujeres montañistas, todas provenientes de los Andes peruanos, tienen como objetivo alcanzar la cima del Manaslu, una montaña de 8.000 metros y la octava más alta del mundo. Lo harán de manera autónoma, sin utilizar oxígeno suplementario ni la asistencia de porteadores de altura. Juntas, planean bajar 100 kg de basura de los campos bases de Manaslu, todos superiores a 5,000 metros sobre el nivel del mar, abogando por la sostenibilidad medioambiental y desafiando las normas de género en el montañismo a nivel mundial. Su misión no es solo una meta física, sino un llamado a la acción para la responsabilidad ecológica y la igualdad de género en los deportes de alta montaña.

La presencia femenina en las montañas en todo el mundo es reducida, pero en Perú el desequilibrio es más llamativo, sólo cuatro mujeres peruanas han escalado alguna de las montañas de más de 8.000 metros del mundo. 150 personas se han graduado de la reconocida Escuela de Guías de Montaña del Perú (CEAM) durante sus 55 años de historia, pero hasta el día de hoy ninguna ha sido mujer.

Hijas de la Montaña tiene como objetivo promover la participación femenina en los deportes de aventura y de alta montaña, convirtiéndose en modelos tangibles para otras mujeres y niñas, en América Latina y en el mundo.

Las grandes montañas internacionales cada vez están con más problemas en relación a la cantidad de basura dejada de lado en los campamentos base y altos. Las expediciones comerciales abandonan constantemente equipo usado, basura y se puede ver el desgaste extremo en el medio ambiente.

Aunque los Servicios de Parques Nacionales están encargados de mantener limpias las montañas y se paga obligatoriamente un impuesto destinado a ese fin, aún no se cumple de manera efectiva y hay mucho que se puede y debe hacer.

Hijas de la Montaña tiene como propósito llegar a la cumbre de Manaslu de forma ambientalmente responsable y llevar consigo un mensaje de concientización sobre los problemas medioambientales que provoca el turismo de alta montaña. Sin hechar culpas, mas bien generando conversaciones y conciencia, este equipo se ha propuesto la meta de bajar 100 kilos de basura de los campos altos de Manaslu para luego llevar la basura para ser desechada apropiadamente en la ciudad de Samogon.